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jueves, 28 de noviembre de 2013

Fútbol, epidemiología y ángeles

Brujuleando el otro día por internet, verbo más apropiado que "navegar" para describir lo que uno hace, apareció un curioso título que llamaba la atención: "Messi, entre la epidemiología y el ángel de la guarda".
 
No nos contamos entre los seguidores del FC Barcelona (lo siento Manuel, lo siento Francesc,...) pero hay que reconocer que la mezcla de un jugador tan aclamado, la ciencia a la que uno se dedica y la mención angelical resulta cuanto menos curiosa.
 
La lectura del artículo nos lleva a la reciente lesión del astro futbolístico argentino y para ello comienza con una definición de lo que es la epidemiología y hace un  recorrido por la distribución de las lesiones en este jugador, para tratar de relacionarlo con la presencia o ausencia entre el equipo técnico del Barça de un fisioterapeuta, Juanjo Brau (el ángel).
 
Existen ciertas dificultades para reconocer el diseño del estudio epidemiológico utilizado en la publicación deportiva y seguramente sir Austin Bradford Hill debe estar revolviéndose en la tumba al ver el nexo causal que se establece entre la evidencia presentada y su asociación con el "ángel", pero sólo el hecho de que se piense en la posible utilización de la epidemiología en este ámbito puede resultar interesante, aunque tal vez no pertinente ni relevante.
 
¿Conocéis alguna otra utilización en este terreno (de juego)?
 
 
 
 
 
 

domingo, 24 de noviembre de 2013

Rescatando a Europa

Los últimos vaivenes a los que hemos asistido en relación al programa Erasmus han puesto a las claras que alguien en los niveles políticos españoles no entiende que este programa ha creado "la primera generación de jóvenes europeos, con conciencia de pertenencia a una comunidad real, no quimérica" como nos recordaba hace poco Antonio Ariño en el diario El País ("Polinización Erasmus").
Y es que no solo desde Europa nos llegan los hombres de negro. También recibimos algunas buenas noticias. Y no nos referimos a la evolución de la prima de riesgo.
 
Por eso hoy traemos aquí no una buena noticia, sino dos. Noticias relacionadas con la salud pública y la epidemiología que ejemplifican lo que puede dar de sí la cooperación y la colaboración entre distintos agentes y socios en la Unión Europea.
 
Una de ellas es la próxima apertura del E3 Geoportal, cuyo objetivo es promover la modelización geoespacial de las enfermedades infecciosas en Europa facilitando la recogida e intercambio de conjuntos de datos de muchos determinantes de transmisión de enfermedades infecciosas, respondiendo a un esfuerzo colaborativo de la Red Europea de Epidemiología Medioambiental.

Y la otra es el comienzo del funcionamiento del Registro de Registros (RoR) que se impulsa desde la Joint Action PARENT ("cross-border PAtient REgistries iNiTiative"), todavía en fase piloto, pero que ya permite disponer de información de una gran cantidad de registros en Europa, sus modelos de funcionamiento, comparar información y obtener metadatos de los mismos.

Son dos iniciativas todavía incipientes y que, sin duda, serán perfeccionadas en el futuro, pero que nos dicen que la ciudadanía, la ciencia y la cooperación europea pueden dar fruto. Ante el actual "Rapto de Europa" al que asistimos, la respuesta tiene que ser más Europa, pero no una Europa de mercaderes sino una Europa del conocimiento. Hay que rescatar a Europa.

    
Imagen tomada de http://www.europaciudadana.org/

miércoles, 20 de noviembre de 2013

¿Cuánto viviré?

Desde que nacemos nos estamos muriendo. Todos. Absolutamente todos. Pero no todos nos morimos igual ni todos vivimos el mismo tiempo. Y, sin embargo, a todos nos gusta creer que en algún momento eso cambiará y que todos podremos vivir mucho tiempo, mucho más de lo que actualmente se vive. Y mucho nos tememos que la mayoría piensa que eso será debido a los avances de la medicina, la biología, la farmacología, y ciencias relacionadas.
Eso mismo nos da a entender, por ejemplo, la última campaña publicitaria de un banco que lleva por lema "¿Cuánto vamos a vivir?". La campaña se dirige a captar planes de pensiones y relaciona ciencia, especialmente aquella basada en factores biológicos, con el hecho de la prolongación de la vida humana, lo que ocurrirá gracias a los avances en los trasplantes, órganos artificiales, medicina personalizada, alimentos funcionales, etc. La conclusión es obvia, aunque presentada sutilmente: si vamos a vivir tantos años necesitaremos un plan de pensiones para poder hacer frente a nuestros gastos en el momento en que ya no estemos activos laboralmente.
 
Y en algunas de estas presentaciones científicas se mencionan los incrementos en la esperanza de vida que ya se han producido, de manera que la audiencia acaba relacionando una cosa con la otra. Si ya hemos avanzado científicamente y ya vivimos más años, los nuevos avances científicos nos harán vivir todavía más años. ¿No?.
 
La pregunta que surge es ¿todos nos beneficiaremos por igual de esos avances? ¿servirán para que todos vivamos mucho tiempo?
 
Hubiera estado bien que se hubiera incluido como conferenciante también a Hans Rosling para que hubiera intervenido con su charla "200 years that changed the world". Publicitariamente también hubiera servido a los propósitos del banco y hubiera equilibrado un poco el cartel y el mensaje.
 
Imagen modificada de la publicada en http://revistaombligo.com/2012/12/page/2/

 
 
 
 

miércoles, 13 de noviembre de 2013

Aquí un amigo

Hace unas semanas recibimos la noticia y la oferta por parte de la revista Gaceta Sanitaria de ser uno de los "Blogs Amigos" de Gaceta. La primera reacción fue de incredulidad ya que este es un blog relativamente reciente (con poco más de dos años) y con un número de visitas/lectores modesto como para llamar la atención de una revista de referencia. Pero la reacción se amplió a la de "boca abierta" al ver la lista de los otros blogs que formarán parte de ese grupo tras la selección de Gaceta Sanitaria. Si a algo o a alguien se le valora en función de qué o quién lo acompaña, entonces este blog debe ser de lo mejorcito porque la compañía es realmente ilustre, aunque también puede ser que se trate de la excepción que, por contraste, enfatice la calidad de los demás.
En fin, que es todo un honor estar en esa lista y trataremos de estar a la altura.
Según nos ha ofertado Gaceta Sanitaria existen una serie de compromisos a cumplir para mantener esta etiqueta y estos son:

  • Publicar al menos 2 entradas al mes sobre aspectos relacionados con Salud Pública y Gestión Sanitaria.
  • Publicar al menos 1 entrada relacionada con un artículo de cada edición de la revista (Gaceta Sanitaria publica 6 números al año). Tanto los artículos como la fecha de publicación de las entradas serán elegidos libremente por el/la bloguero/a.
  • Seguir las normas éticas de la revista.
  • Poner en el blog el logo “Blog Amigo de Gaceta Sanitaria”
Por su parte, Gaceta Sanitaria se compromete a no interferir de ninguna manera en los contenidos de los blogs, en el diseño, ni en cualquier otra cuestión diferente a la señalada.

Sirva esta entrada, pues, como declaración de intereses para todos aquellos que leen lo que aquí se publica que ya saben a lo que atenerse.

Coincide esta decisión con la apertura de la nueva web de Gaceta Sanitaria que, a partir de ahora, será una revista que estará disponible sólo electrónicamente abandonando la edición en papel. Junto con esa estratégica decisión, otros cambios de diseño y de concepto estarán presentes desde ahora como, por ejemplo, potenciar las posibilidades que ofrece la web 2.0 o la interacción con cada artículo y estimular la participación y el seguimiento a través de las redes sociales. Todo esto se explica en la nota editorial "Adiós al papel en Gaceta Sanitaria".

Y en cuanto a los Blogs Amigos, son estos:

 El Gerente de Mediado de Sergio Minué
 Salud Comunitaria de Rafa Cofiño
 Primum non nocere de Rafael Bravo
 Salud con cosas de Miguel Ángel Máñez
 Salud Pública y otras dudas de Javier Segura del Pozo
 Caixa de Puros de Esteve Fernández
 Temas de epidemiología clínica de Diana P Cuesta
 Medico crítico Blog Colectivo
 Enfermería basada en la evidencia de Azucena Santillán
 Diario de una mamá pediatra de Amalia Arce


Hace algún tiempo (en la entrada "Gaceta y las redes sociales") ya mencionábamos los cambios que iba realizando Gaceta y su presencia en las redes sociales. Ahora el salto es cualitativo. Apostamos por él.

lunes, 11 de noviembre de 2013

Y también poliatra

En la anterior entrada reclamábamos la inclusión en el diccionario de la palabra "salubrista" y en esta entrada vamos a reclamar otra palabra relacionada que responde a un concepto introducido por un reputado salubrista: "poliatra". Esta palabra tampoco se encuentra en el diccionario.
El descubrimiento viene de la mano de una joven salubrista (gracias Carolina) que tuvo el detalle de regalar un libro: "El olvido que seremos" de Héctor Abad Faciolince. El autor relata su infancia y juventud junto a su padre, el salubrista colombiano Héctor Abad Gómez, que murió asesinado en su país en 1987.
 
Héctor Abad Gómez, como se relata en ese libro, "Soñaba con que hubiera un nuevo tipo de médico, un poliatra, decía él, el sanador de la polis, y quería dar ejemplo de cómo debía comportarse ese nuevo médico de la sociedad, que no se ocuparía de atacar y curar la enfermedad, caso por caso, sino intervenir en sus causas más profundas y lejanas". ¡Vaya! las causas de las causas. Según Abad Gómez, la poliatría implicaría una profesión totalmente nueva, multi y transdisciplinaria, que armonizaría las demás disciplinas o profesiones que habían surgido en la historia de la cultura humana: medicina, salud pública, epidemiología, antropología, sociología, psicología social, economía, política.
 
En mi caso he descubierto tarde al salubrista  que, además de en el libro citado, también había sido glosado en la Revista de la Facultad Nacional de Salud Pública o en otras publicaciones como la semblanza "Héctor Abad Gómez; un visionario de la salud pública", y también he descubierto tarde el concepto, que su creador dejó plasmado en su libro "La poliatría y la teoría meso-panómica", pero debo decir que no puedo sino estar de acuerdo con el mismo.
 
Héctor Abad Gómez
 (fuente Universidad Autónoma Latinoamericana)
 
 
 

miércoles, 6 de noviembre de 2013

Palabras que trae el viento

Esta mañana, en el transcurso de una reunión ha surgido, tras la utilización de la palabra "asín" un breve divertimento acerca de nuevas palabras aceptadas en el Diccionario de la lengua española de la Real Academia Española (RAE). La verdad es que habíamos quedado un poco espantados de que palabras como esa que mencionamos o "cocreta", "almóndiga" y similares estuvieran admitidas en el diccionario, tal y como se afirmaba. Al volver a casa, y tras la correspondiente consulta al diccionario podemos afirmar, ¡menos mal!, que, de momento, no están admitidas, aunque sí que es verdad que se citan en el diccionario, aunque como vulgarismos, caso de "asín", o incluso como formas a evitar, como ocurre con "cocreta" o "almóndiga", citadas en el Diccionario panhispánico de dudas.

Ya hemos comentado con anterioridad (ver "Sacando la lengua") que la definición de epidemiología del Diccionario de la RAE no parece muy adaptada al concepto moderno de la disciplina, y por ello causaba más asombro que se admitieran estas palabras que tan raro suenan (hasta pueden acabar haciendo daño al oído). Así que, si se trata de proponer palabras que puedan ser admitidas gracias a su uso, y no como vulgarismos, nos permitimos sugerir la inclusión de "salubrista", que todavía no figura mencionada en ninguno de los dos diccionarios citados pero que tiene 89500 citas en Google, y que ya fue utilizada por Javier Segura en una gran entrada en su blog titulada "PAPÁ, ¿Qué es un salubrista?", y es, además, el título del blog de Mariano Hernán ("El Salubrista").

¿Votos a favor?

Portada del libro "Viento que lleva y trae" de Enrique Cadícamo (1945). Imagen tomada de:
http://gardelysusmonumentos.blogspot.com.es/2013/03/en-el-cafe-bar-roma-buenos-aires.html



 
 

domingo, 3 de noviembre de 2013

La hora de la muerte

Este verano pasado, durante una excursión por la Sierra Calderona, tuvimos ocasión de leer la inscripción que se encuentra en el reloj de sol del Monestir de Sant Esperit, ubicado en el término de Gilet. En esa inscripción se lee:
 
"Pues no fabes a que hora
la muerte te hade afaltar
no te atrevas ya a pecar
preparate fiempre y llora"
 
Acabada de pasar la festividad de todos los santos (nuestro Halloween), en la que el recuerdo a los muertos y la propia muerte se nos hacen tan presentes, parece una cita apropiada. Pero mantenemos una profunda discrepancia sobre el fondo de la inscripción.
 
Es cierto que no sabemos la hora concreta de nuestro fallecimiento, ni el día, ni el año. Pero una idea sí que podemos tener. En el informe, recientemente hecho público,  "Review of Social Determinants and the Health Divide in the WHO European Región", podemos encontrar el dato de la esperanza de vida en los países integrados en la Oficina Regional Europea de la Organización Mundial de la Salud y allí podemos observar cómo el rango entre la más elevada y la más baja entre países es de 17 años para los hombres y de 12 años para las mujeres y que la mayoría de los países en el quintil inferior están situados al este de la región. Pero las variaciones no son sólo entre países, sino también intrapaíses y así, también en ese informe, se muestra la esperanza de vida a los 30 años en Suecia en función del nivel educativo y puede verse cómo ésta es siempre inferior para aquellos con menos nivel educativo, tanto hombres como mujeres.
Es España también se han publicado las diferencias en la mortalidad en función de las estaciones de cercanías en Sevilla, como se podía ver recientemente en el blog Médico Crítico

Así que, además de que pueda disponerse de una idea de lo que durará nuestra vida, también hay un segundo aspecto de la inscripción con el que también discrepamos: no es cuestión de llorar, aunque sí de prepararse y de tratar de modificar la situación. Ya hemos visto que el nivel educativo influye, pero no sólo: también el nivel de riqueza, la privación, la vivienda, el género,...O sea que hay posibilidades de prepararse y cambiar. Sólo llorar no nos lleva a nada. Bueno sí: a la resignación y a agrandar la brecha de la desigualdad. Así que mejor no lloremos, pero preparémonos y contribuyamos a modificar esta situación.

  
Inscripción en el reloj de sol del Monestir de Sant Esperit en Gilet (Valencia)