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lunes, 31 de julio de 2017

Caminando, si hay camino...


Imagina que tienes que ir en coche a comprar el pan, porque no tienes ninguna panadería cerca de tu casa (o tal vez no tienes que imaginarlo porque esa es tu realidad). Y ahora imagina que no tienes coche, no porque no quieras sino porque no puedes permitírtelo 
También puedes imaginar (o quizás tampoco tienes que hacerlo) que una enorme autopista es la frontera entre tú y esa panadería y que para cruzarla debes dar un gran rodeo o jugarte la vida intentándolo.
¿Qué haces? ¿no comes pan? ¿utilizas transporte público (si es que llega a tu barrio con una frecuencia apropiada)?

De cosas como esta va eso de la "caminabilidad", palabra que no encontraréis en el Diccionario de la Real Academia (aunque sí que es correcto decir "caminable", o mejor "transitable" según la Fundéu). Es decir que sea posible, y fácil, transitar caminando por donde vives. Que pueda ser tu primera opción.

Y eso ha pretendido medir en Madrid un grupo de investigadores, casi todos españoles, aunque no todos están en España, del proyecto "Heart Healthy Hoods". Y lo han publicado en la revista International Journal of Health Geographics con el título "Intersection of neighborhood dynamics and socioeconomic status in small-area walkability: the Heart Healthy Hoods Project".
Su conclusión es que las áreas de Madrid con mayor nivel socioeconómico son menos transitables caminando que las de menor nivel socioeconómico. Pero que las dinámicas de los barrios, en términos sociales (gentrificación) y urbanos (antigüedad de la vivienda) modifican esta asociación: en los barrios mas nuevos y gentrificados la relación entre nivel socioeconómico y "caminabilidad" deja de ser lineal.
En palabras del primer autor del artículo, Pedro Gullón, según recoge la agencia SINC, "Esto tiene consecuencias directas para la salud pública. En la actualidad, existen importantes diferencias sociales a la hora de realizar actividad física. Las personas de clases sociales más bajas hacen menos deporte. Que vivan en áreas donde van caminando a comprar el pan o al colegio, por poner unos ejemplos, mitiga el efecto negativo que tendría en su salud esa falta de ejercicio más intenso, ya que caminar constituye una actividad regular muy saludable”. Y los procesos de gentrificación pueden hacer que las personas que viven, o vivían, en barrios más desfavorecidos puedan perder la ventaja que para su salud significa, o significaba, vivir en barrios más "caminables".

Es importante comenzar a estudiar estos aspectos en nuestro país, y en otros del sur de Europa, con unas estructuras urbanas que diferían de las de otros países que llevan más tiempo efectuando estos estudios. Y máxime viendo como están evolucionando determinados procesos, ligados en ocasiones al auge del turismo o a los cambios en los lugares de ocio, en algunas, o en muchas, de nuestras ciudades.