Se trata de una historia ya vivida, por desgracia. Siempre se dice que es una "reorganización" administrativa, que no se van a perder puestos de trabajo, que era un "chiringuito", que solo los "enchufados" acceden a sus cursos, que no hay de qué preocuparse, y así....
Lo vivimos igual en la Comunitat Valenciana, primero con el "Institut Valencià d'Estudis en Salut Pública" (IVESP) y después con el Centro Superior de Investigación en Salud Pública (CSISP). Y los argumentos (casi) siempre son parecidos. Como lo estamos viendo ahora con la Escuela Andaluza de Salud Pública (EASP).
Y, desde luego, no creo que sea casual que todas estas instituciones llevaran (o todavía lleven, como la EASP) el título "Salud Pública" en su nombre oficial.
Tras la "reorganización", en la Comunitat Valenciana, la entidad que sucedió al IVESP, llamada "Escuela Valenciana de Estudios en Salud" (EVES), ya sin "Pública" en su nombre, se convirtió, y ahí sigue, en una especie de academia o centro de enseñanza que sí, que organiza cursos, pero con enormes dificultades para ver un hilo conductor de los mismos, para transformar la situación, en realidad. Y la investigación en salud pública, que era el santo y seña del CSISP, se diluyó en la actual FISABIO.
Así que, tal vez sea la salud pública lo que no guste a determinadas formas de entender la gestión, o la política, o ambas cosas a la vez.
Rafa Cofiño lo ha explicado muy bien en la entrada "La desaparición de la salud pública" en su blog Salud Comunitaria. Así que poco podría añadir yo aquí que no se haya dicho ya al respecto.
Así que es momento, una vez más, por desgracia, de levantar la voz, el ánimo y la pluma de firmar para decir que no, que no se trata de "reorganizar" sino de desmantelar. Y que nada de lo que sucedió en el pasado ha tenido mejor continuación en el presente. Que la salud pública tiene futuro, porque ya tiene presente, más precario de lo que era, es verdad, pero que no nos lo arrebaten. Y al decir "nos" no me estoy refiriendo a profesionales, salubristas, academia y demás, sino a la población, a toda la población, que eso es lo que quiere decir "pública". No es casual que quieran quitarla del nombre.
Y si os animáis, porque tenéis ánimo, podéis firmar la carta abierta al Presidente de Andalucía o también la carta abierta al Consejero de Salud y Familias de la Junta de Andalucía, o la petición de change.org por la no extinción de la EASP. O todo a la vez, porque cuantos más seamos, más fuerte será la salud pública, o menos debilitada estará.
Y recordad:
«Cuando los nazis vinieron a buscar a los comunistas,
guardé silencio,
porque yo no era comunista.
Cuando encarcelaron a los socialdemócratas,
guardé silencio,
porque yo no era socialdemócrata.
Cuando vinieron a buscar a los sindicalistas,
no protesté,
porque yo no era sindicalista.
Cuando vinieron a por los judíos,
no pronuncié palabra,
porque yo no era judío.
Cuando finalmente vinieron a por mí,
no había nadie más que pudiera protestar.»
guardé silencio,
porque yo no era comunista.
Cuando encarcelaron a los socialdemócratas,
guardé silencio,
porque yo no era socialdemócrata.
Cuando vinieron a buscar a los sindicalistas,
no protesté,
porque yo no era sindicalista.
Cuando vinieron a por los judíos,
no pronuncié palabra,
porque yo no era judío.
Cuando finalmente vinieron a por mí,
no había nadie más que pudiera protestar.»