Fotografía tomada del grupo de Facebook Benimaclet |
En el barrio de Benimaclet en Valencia, situado al norte de la ciudad, estuvieron ubicadas unas instalaciones denominadas "Cámaras Beccari". Estaban, en principio, dedicadas a ser una planta de tratamiento de residuos urbanos y de reciclado. Fueron impulsadas por el gobierno municipal encabezado por Alfonso Moreno Vicente, alcalde de Valencia entre octubre de 1931 y junio de 1932.
Esta instalación fue muy contestada por las clases populares de la periferia urbana, al tratarse de una planta general de basuras, interpretada como el almacén de basuras de la ciudad. Destacó en la lucha contra esta instalación, la Junta Directiva del Casino Instructivo y Benéfico de Benimaclet, que constaba entonces de 500 socios (según consta en el pié de foto).
Y la lucha fue dando sus frutos porque el períodico La Vanguardia, en su edición del viernes 27 de octubre de 1933, publicaba que:
Periódico ABC, 5 de abril de 1936 |
"El tribunal contencioso administrativo ha entendido en el recurso interpuesto por los vecinos de Benimaclet contra el acuerdo del Ayuntamiento de Valencia aceptando el emplazamiento de las Cámaras Beccari, propuesto por la Compañía Valenciana de Mejoras Urbanas."
Finalmente, puede leerse la noticia, publicada en en el periódico ABC el 5 de abril de 1936, del cierre de las cámaras Beccari por ser un "peligro constante para la salud pública", tras haber costado varios millones de pesetas.
Las cámaras Beccari permanecieron en su ubicación, sin otra finalidad que la de servir de almacen de vehículos retirados de la vía pública (en la foto, pueden verse a la izquierda del puente que enlazaba con la salida norte de Valencia), y así permanecieron hasta los años 80.
En el lugar donde estaban las cámaras Beccari, hoy se alza el edificio del Centro Superior de Investigación en Salud Pública (CSISP), donde también se ubica la Dirección General de Investigación y Salud Pública.
No deja de ser un guiño de la historia que allí donde estuvo una instalación considerada un peligro para la salud pública, hoy en día se ubiquen las instituciones dedicadas a su custodia, protección y promoción, siendo una de sus funciones precisamente el estudio de los riesgos y daños para la salud y la coordinación de las iniciativas y proyectos de investigación relacionadas con la evaluación del impacto en la salud de los diversos riesgos ambientales.
La historia nos depara, en ocasiones, este tipo de giros y vueltas. La historia de la salud pública también.
Me ha encantado la historia...
ResponderEliminarGracias
Gracias a ti por el comentario. Seguro que hay quien la pueda ampliar. La verdad es que esta historia está muy relacionada con las demandas sobre riesgos ambientales que se hacen hoy en día. Eso es lo que más me llamó la atención. Y, claro está, también la paradoja de la ocupación del espacio para finalidades contrapuestas.
ResponderEliminar