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lunes, 9 de junio de 2014

Hoy las ciencias adelantan que es una barbaridad...

Tomamos prestado el título de la composición de la zarzuela "La verbena de la Paloma" (1894) para hacer mención a un artículo aparecido en "The Guardian" hace algo más de un año con motivo del bicentenario del nacimiento de John Snow (que ya fue recordado aquí en "200 velitas por Snow").

En ese artículo, titulado "What would John Snow make of epidemiology today?", se resaltan los cambios acontecidos en el ejercicio de la epidemiología entre la mitad del siglo XIX (aproximadamente también la época en la que se estrenaba la zarzuela) y los comienzos del siglo XXI en los que nos encontramos, con la excusa de que se menciona que John Snow es reconocido como el padre de la epidemiología.

Bueno, tal vez éste sea un difícil punto de partida porque en el siglo XIX pocos de los que hoy admiramos como precursores pensaban que estaban haciendo epidemiología y la práctica de la ciencia epidemiológica como tal no estaba muy extendida. El mismo Snow tampoco se consideraba epidemiólogo, a pesar de su visión comunitaria y de búsqueda de las causas más allá de lo que acontecía al individuo. También hemos comentado ya con anterioridad las exitosas aportaciones de Snow en otros campos, como la anestesiología. Así que su patronazgo vino a posteriori. Pero bien nos vale para hacer un ejercicio de vista atrás y de paso del tiempo.

¿Cómo ha cambiado el ejercicio de la epidemiología? ¿Os animáis a dejar vuestros comentarios? No es necesario hacer un recordatorio de 150 años atrás: también serviría recordar los cambios acontecidos en la trayectoria profesional de cada uno.

¿Es verdad que podemos seguir manteniendo hoy que las ciencias (y la epidemiología con ellas) adelantan que es una barbaridad? 

Vuestro turno...

Imagen tomada de http://www4.gvsu.edu/GRAHAMDO/images/cartoonEpimain.jpg

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