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domingo, 12 de agosto de 2018

Siete años: recuerdos del futuro, que ya no es lo que era

Hace ahora ya siete años comenzaba la andadura de este blog. En los últimos tres años nos hemos prodigado poco y, pese a las promesas de enmendarnos, no lo estamos consiguiendo. A ver si este año, sí....

Comenzábamos, entonces, con una entrada titulada "El futuro de la epidemiología" y nuestras primeras palabras eran: "Nada mejor que empezar hablando del futuro: así es más difícil equivocarse ;-)". Pues bien, hoy tendremos que desmentirlas... Porque la Biblioteca Nacional de España, a través de la Hemeroteca Digital, ha sacado recientemente a la luz un número del diario gráfico "Ahora" del 21 de febrero de 1932 en el que se les solicitó a profesionales y personajes populares de aquel entonces, que comentaran cómo sería el año 2000 en sus respectivos ámbitos de conocimiento. Y algunos aciertan, sí, pero otros....

El diario, en su optimismo, titula "Todos creen que el futuro estará preñado de bienaventuranzas y coinciden en que la vida será más fácil, más alegre, más sabia, más larga y mejor". Y aunque, probablemente, muchos hoy no coincidirán en ver la vida así, creemos que, visto con los ojos de 1932, estuvieron bastante acertados:
Nuestra vida hoy es más fácil de lo que fue la vida hace casi un siglo. Tal vez no es más alegre. Nuestra sociedad del conocimiento no puede decirse que haga la vida más sabia, aunque tal vez sí más informada. Desde luego lo que si es cierto es que nuestra vida es mucho más larga. Y lo de si es mejor, lo dejamos a la interpretación de cada lector.

Resulta curioso leer los vaticinios de cada una de las personas que intervienen en el número y, entre ellas, destacamos:

Gregorio Marañón decía: "no se morirá nadie por enfermedades infecciosas y solo habrá enfermos del sistema nervioso el corazón y las arterias"; "el descenso en la mortalidad infecciosa, desde hace veinte siglos al actual, está compensado por una línea inversa, ascendente, de muertos en el acto de desplazarse de un lugar a otro de la Tierra";  "el valor individual de los médicos destacará en la investigación y no profesionalmente. Porque la profesión será casi una ciencia exacta".
Un cirujano de aquella época, el Dr. González Duarte, vaticinaba que "los cirujanos podrán disponer de una verdadero stock de "piezas de recambio" humanas" y que "ni antes ni después de las operaciones habrá dolor".
El Sr. Zuazo Ugalde, urbanista, decía que el porvenir de España era ser "una nación de 40 millones de habitantes, nudo de comunicaciones internacionales y país de grandes riquezas" y afirmaba de una manera, no sabía él cuan profética, que "de modo que sin que venga el "tío Paco" tendrá Madrid en ese año 2000 unos 2.500.000 habitantes". Y ya sabemos lo del "tío Paco", al que seguramente él no se refería, pero en lo de los habitantes no acertó.
Más divertida es la profecía de la artista Celia Gámez de que "como las artistas frívolas no pueden quitarse ya más ropa, en el año 2000 se lo taparán todo". O la del futbolista Ricardo Zamora de que "aumentará el profesionalismo deportivo y que los campos de fútbol serán mayores porque los jugadores tendrán más resistencia".

En fin, que podemos decir que el futuro ya no es lo que era (como se tituló una película en 2016), ni en 1932, ni ahora.

Lo que sí quisiéramos poder decir con más seguridad es que esperamos celebrar el octavo aniversario de este blog con todas las personas que nos hacéis el favor de leerlo.




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