¡Qué tiempos estos en los que es necesario decir obviedades para describir la situación en la que estamos! Que la guerra es mala para la salud es una obviedad, pero la invasión de Ucrania ordenada por Putin nos sitúa en ese punto.
Os traemos aquí, después de mucho tiempo sin publicar, lo último que hemos escrito para The Conversation: "La guerra es mala para la salud".
En ese artículo tratamos de mostrar que las guerras no afectan solo por la bajas militares, que también, sino también por los otros efectos sobre la salud:
- El desplazamiento de las poblaciones.
- El colapso del sistema de atención de salud.
- La facilidad para la transmisión de enfermedades.
- La afectación de la salud infantil.
- El impacto sobre la salud de las mujeres.
- El medio ambiente se verá afectado.
- El impacto de la guerra sobre la salud mental.
- El debilitamiento o anulación de las acciones que mejoran la salud.
Tras la publicación, también hemos tenido oportunidad de participar en el espacio "Salud a todo Twitch" de Granada Digital que organiza Joan Carles March donde se ha expuesto en directo estas consecuencias para la salud de la invasión de Ucrania.
Ojalá esta fuera la última vez que tuviéramos que volver a repetir que: "Este vuelve a ser también un momento para levantar nuevamente la voz y tomar conciencia de que guerras hay varias (demasiadas) e independientemente de quer intervengan países "grandes" o "pequeños", todas llevan aparejado sufrimiento, desesperación, enfermedad y muerte".