domingo, 21 de junio de 2015

Un batido, mejor con equidad

Brócoli, pimiento verde, col rizada, espinacas, manzana, calabacín y zumo de lima. Un batido de todo esto es lo que desayuna Isabel Preysler (que tanto aparece en los medios últimamente) y que ha sido popularizado tras su visita al programa televisivo "El Hormiguero 3.0" y ensalzado como "uno de los secretos de su dieta para mantener su envidiable figura".

Al margen de la bondad nutricional del citado batido, que ha sido matizada desde algunos medios (¿Es nutritivo el batido que desayuna Isabel Preysler todos los días?), parece más importante resaltar que el secreto de la belleza o su "envidiable figura", no reside sólo en este desayuno. Algo tendrá que ver también el estado de su cuenta corriente. Y eso es algo a lo que no se suele aludir.

Lo más preocupante es que, además, se produce un fenómeno de imitación de estas conductas, en realidad o en apariencia,  "saludables" por parte de algunas personas que creen que, si hacen lo mismo que una famosa o un famoso patrocinan, podrán alcanzar un estado de salud como el de la persona imitada. Y sin entrar a si "Los famosos perjudican seriamente su salud" o no, sería importante que estas personas se dieran cuenta de que lo que las diferencia de los famosos no es el batido en sí, sino la distancia social. Esa distancia que acaba generando desigualdad. Y ésta es el resultado de la situación en que la población crece, vive trabaja y envejece y que, como nos recordaba la OMS ("Subsanar las desigualdades en una generación ¿cómo?"), "las condiciones en que la gente vive y muere están determinadas por fuerzas políticas, sociales y económicas".

Así que tomarse un batido de verduras y fruta por la mañana puede ser saludable, pero es importante recordar que la Comisión sobre Determinantes Sociales de Salud de la OMS también pide:
  • que la equidad sanitaria sea un criterio de evaluación de la actuación de los gobiernos;
  • que se cree capacidad nacional para aplicar un régimen impositivo progresivo;
  • que se cumplan los compromisos adquiridos aumentando la ayuda mundial hasta el 0,7% del PIB;
  • que se evalúen las consecuencias de los principales acuerdos económicos mundiales, regionales y bilaterales en la equidad sanitaria;
  • que se refuerce el liderazgo del sector público en la prestación de bienes y servicios básicos esenciales para la salud y en el control de artículos que dañan la salud;
  • que se aprueben y apliquen leyes que promuevan la equidad de género;
  • que se cree y se financie una unidad dedicada a la equidad de género;
  • que la contribución económica del trabajo doméstico, la asistencia a otras personas y el trabajo voluntario se incluya en las cuentas nacionales;
  • que se garantice la representación justa de todos los grupos de la sociedad en la toma de decisiones;
  • que se permita que la sociedad civil pueda organizarse y actuar de forma que se promuevan y respeten los derechos políticos y sociales que afectan a la equidad sanitaria;
  • que las Naciones Unidas hagan de la equidad social un objetivo fundamental de los programas de desarrollo mundial y utilicen un marco basado en indicadores de los determinantes sociales para medir los progresos realizados.
Tal vez así, los batidos nos sentarán mejor.


domingo, 14 de junio de 2015

Se hace camino al andar

Versos célebres los de Machado y de los que el @clubdelpaseo ha tomado ejemplo. Ya son tres años de funcionamiento y sigue y sigue.

Preguntaba hoy mismo @manyez, en su excelente resumen semanal ("La banda del domingo"), si son útiles estas iniciativas. Y lo hacía a propósito del artículo que unos cuantos hemos publicado en la revista "Comunidad" titulado "El Club del Paseo: una iniciativa de promoción de la actividad física a través de las redes sociales".

Y de eso se trata, de intentar evaluar, en la medida de lo posible, si estas iniciativas tienen valor. Este artículo está centrado en los primeros meses de funcionamiento del @clubdelpaseo y será necesario hacer algo más cercano a la situación actual, pero, de momento, y para ir abriendo boca, aquí tenéis la conclusión del artículo:

"La estrategia del @clubdelpaseo ha generado una comunidad virtual de personas interesadas en la práctica de ejercicio físico, y estas personas, gracias a la participación en este proyecto, han incrementado su actividad, que ha sido integrada en gran parte en la rutina diaria."

Y ahí estamos: tratando de hacer camino al andar, tratando de evaluar lo andado.


sábado, 6 de junio de 2015

¿Y por qué difteria?

La mayoría de los médicos en ejercicio en España tendrían serias dificultades para identificar un caso de difteria, porque tras casi treinta años sin casos en nuestro país se carece de la experiencia de diagnóstico. Y sin embargo, como lo demuestra el caso recientemente producido, hasta en estas circunstancias se ha podido identificar, lo que dice mucho en favor de los profesionales que lo han hecho.

Mucho se ha hablado ya de que el niño estaba sin vacunar por decisión de sus padres (por cierto, es recomendable leer la entrada publicada en Médico Crítico titulada "Sobre la idiotez de idiotizar a los que creemos irracionales"), pero la pregunta que cabe hacerse es ¿y por qué ha sido difteria? ¿por qué no otra enfermedad? ¿por qué ahora, precisamente ahora, difteria? 

Para respondernos a ello puede servirnos de ejemplo lo sucedido tras la desaparición de la Unión Soviética: un artículo publicado en el ya muy lejano 1998 nos da algunas pistas. En esta publicación, titulada "Diphteria in the former Soviet Union: Reemergence of a Pandemic Disease", se exponen las causas de la epidemia de difteria que se vivió a principios de los años 90 en los países que formaron la antigua Unión Soviética. Y, entre ellas, se citan: la susceptibilidad incrementada de los adultos y de los niños, la presencia de una cepa de C. difteriae estrechamente relacionada con el biotipo gravis, el hacinamiento en poblaciones urbanas y en el ejercito y el efecto de la ruptura de la Unión Soviética sobre el abastecimiento de vacunas a los nuevos estados creados y los movimientos de población a gran escala a través de esos nuevos países.

Si examinamos la situación en España a la luz de estas causas es fácil darse cuenta de que no estamos, ni de lejos, en esa situación. Pero sí que hay un punto en común: la no vacunación, en un caso por desabastecimiento y en el otro por decisión voluntaria. También los movimientos de población nos permiten explicar, tal vez de manera decisiva, la circulación del agente en nuestro país, tras tanto tiempo sin casos diagnosticados.

La buena noticia es que se ha constatado en el pasado  que en los países con alta cobertura vacunal entre los niños, como afortunadamente lo es el nuestro, una fuente importada de infección produce habitualmente un caso índice de enfermedad sin posterior difusión de la enfermedad y que casos secundarios y posteriores son raros, aunque pueden ocurrir.
  
Por ello la respuesta a la pregunta formulada puede ser sencilla: se han dado ya casos de otras enfermedades inmunoprevenibles por falta de vacunación, así que la difteria sería sólo otra más, novedosa, eso sí. Así que no tendría mucho sentido seguir indagando: sin vacunación, cualquier enfermedad de las incluidas para su protección mediante el calendario vacunal es susceptible de producirse. Y eso es no es opinable.


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