Cuando éramos (más) pequeños, en algunas ocasiones, nos hacía una cierta ilusión "ponernos malos" para no tener que ir al colegio. Era un día de asueto, sin obligaciones, y, en aquellos tiempos, también recibíamos el cuidado preferente de nuestras madres (que en la mayoría de los casos no trabajaban fuera de casa).
Una de las causas preferidas para no ir al "cole" eran los catarros: una molestia relativamente leve que aseguraba la holganza. También se hablaba de gripe, pero sin mucha certeza clínica. Era raro que se acudiera a recibir asistencia médica y en un par de días de vuelta al cole.
Pues bien, ahora, esta situación, o alguna parecida, está siendo utilizada en el Reino Unido para introducir a los escolares en la ciencia. ¿Y cómo?
El proyecto "
Decipher my data!" está pensado sobre la base de que los estudiantes deben aprender ciencia usando datos científicos reales, con las ventajas y los inconvenientes que eso representa ("datos auténticos, ciencia auténtica"). Por ello les proponen a los estudiantes, y a sus profesores, trabajar con casos auténticos en los que se impliquen recogiendo información y participando en su análisis.
Uno de estos casos ha sido el de la gripe y la propuesta la de trabajar con los datos de absentismo escolar por esta causa con la idea de poder correlacionar estos datos con la proporción de aislamientos positivos de gripe en las muestras tomadas por red de médicos centinela británica.
Trabajar con datos de verdad también tiene sus inconvenientes y en el informe de evaluación de este caso ("
External Evaluation Report"), concluyen que no se alcanzaron los objetivos previstos: 32 colegios se adhirieron al proyecto pero sólo 18 cargaron los datos solicitados. No hubo brote de gripe en el invierno de 2011-12 así que no fue posible probar la hipótesis enunciada.
Las enseñanzas, nunca mejor dicho, de este caso son varias:
- Es posible introducir la ciencia de una manera auténtica haciendo ver la complejidad del mundo real a estudiantes de secundaria.
- La epidemiología utiliza el método científico, es una ciencia aplicada y tiene un lugar en la enseñanza de la propia ciencia para los jóvenes: no sólo es ciencia la considerada básica (biología, química, física,...). Tal vez ésta es una manera de mejorar la imagen de la epidemiología de cara a jóvenes que en breve deberán decidir su orientación profesional.
- Pueden ligarse los aspectos científicos con los sistemas de información y vigilancia de la salud pública (nuevamente pueden ponerse en valor estos sistemas e incrementar su retorno social)
En nuestro país ni la ciencia ni el sistema de salud viven sus mejor momentos debido a los recortes presupuestarios, pero no por eso debemos tirar la toalla. Nuestros sistemas de vigilancia de la salud son equiparables a los aquí mencionados (como puede ser el
Sistema de vigilancia de la gripe en España) y esta misma idea es accesible, si cuenta con la anuencia de las autoridades educativas y el apoyo de los sistemas de vigilancia y de las sociedades científicas (como la
Sociedad Española de Epidemiología, la
Sociedad Española de Salud Pública y Administración Sanitaria, o la
Sociedad Española de Medicina Preventiva, Salud Pública e Higiene).
Un día sin cole que sirve para aprender: ¿alguien se anima?