Los medios de comunicación (véase por ejemplo lo publicado en el diario El País) se han hecho eco esta semana de la serie de artículos publicados en The Lancet acerca de las consecuencias de la inactividad física sobre la salud.
Y particularmente ha llamado la atención el titulado "Effect of physical inactivity on major non-communicable diseases worldwide: an analysis of burden of disease and life expectancy". En él se menciona que la inactividad física causa el 9% de la mortalidad prematura (con un rango entre 5,1 y 12,5), o lo que es lo mismo 5,3 millones de los 57 millones de fallecimientos que ocurrieron en el mundo en 2008.
Cifras tremendas, sin duda, y que nos deben hacer reflexionar sobre la necesidad de incrementar el nivel de actividad física, y para ello hay que hacer mención a destacadas iniciativas al alcance de todo el mundo como por ejemplo la del Club del Paseo (@clubdelpaseo).
Pero queremos llamar la atención sobre la utilización en este artículo de The Lancet de una medida de las conocidas en epidemiología como de "impacto": la fracción atribuible poblacional.
Este tipo de medidas son de especial interés para demostrar el efecto que un determinado factor, en este caso la inactividad física, tiene sobre la salud. Algunos las desacreditan diciendo que son artefactos, sólo estimaciones, cálculos hechos para impresionar.
Pero, en ocasiones, la única manera de poder motivar a la acción es utilizar medidas que, ciertamente impresionan, pero que tienen detrás no solo el rigor científico sino también la evidencia. Ah! y por cierto, los autores de este artículo reconocen que sus estimaciones son muy conservadoras.
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