viernes, 30 de marzo de 2012

Las intermitencias de la muerte

Hace unos días el Instituto Nacional de Estadística (INE) hizo públicos los datos provisionales de defunciones según causa de muerte correspondientes al año 2010.
Habitualmente, cuando se informa a través de una nota de prensa como ésta, las noticias que se derivan de ello no entran al fondo del asunto, siendo su orientación básicamente descriptiva.
En general, no se ha generado debate ni explicación de por qué morimos los españoles, de cuales son las causas que llevan a las causas de defunción, de con qué morimos acompañando a esta causa básica, y de en qué circunstancias lo hacemos.
Está claro que no puede realizarse una explicación de todo esto cada vez que se hacen públicos los datos nacionales, pero no estaría de más que, en alguna ocasión, se aportara un poco de debate en este sentido.
El origen de esta ausencia de debate ¿es debido a la consideración de dato estadístico de la defunción?. ¿Cambiaría si fuera considerada como dato sanitario?.
Hace  muchos años, en 1988, el actual presidente de la Sociedad Española de Epidemiología, Fernando G. Benavides, hacía ya alusión a este asunto en un artículo de provocador título: "El secreto estadístico y la investigación sanitaria: un delicado pero necesario himeneo".

Sólo hace falta que recordemos el libro de José Saramago, "Las intermitencias de la muerte", para que recapacitemos acerca de la importancia sanitaria y social de las defunciones. El premio Nobel portugués ya nos narra en este libro (que comienza diciendo "Al día siguiente no murió nadie") quién se preocupa por cómo y cuando se muere.


sábado, 24 de marzo de 2012

Mirar al pasado para explicar al presente

Hace unos días hacíamos referencia a la publicación del libro titulado "Sobremortalidad por cáncer en El Campo de Gibraltar. El medio social, la piedra clave".
Con un ameno estilo, el autor, Antonio Escolar Pujolar, parte de un hecho que, hasta ahora, no se había resaltado lo suficiente y es que la sobremortalidad por cáncer en El Campo de Gibraltar es anterior a la moderna industrialización del territorio. Y a partir de este hecho, que documenta con rigor, trata de dilucidar los motivos que pudieron ocasionar la sobremortalidad. Incide, también con rigor metodológico y amenidad expositiva, en el papel que la presencia de Gibraltar como colonia británica ha tenido como definidor de los condiciones y modos de vida de la población, explicando cómo la profunda desigualdad social ha sido a lo largo de su historia un elemento distintivo de la realidad socioeconómica de El Campo de Gibraltar
La conclusión de su trabajo es que el medio social ha sido la piedra clave de la sobremortalidad por cáncer en El Campo de Gibraltar. Y en el epílogo se resalta que los esfuerzos para mejorar la vida cotidiana de los habitantes de El Campo de Gibraltar deberían concentrase en la mejora de las condiciones de vida de la población, especialmente las de las clases trabajadoras.
Su trabajo se complementa con otro libro, del que es autora Beatriz Díaz Martínez, titulado "Camino de Gibraltar. Dependencia y sustento en La Línea y Gibraltar", fruto del trabajo realizado en el Taller "La Historia de mi VIda" en el que se recogieron historias de vida en profundidad y que formó parte del proyecto de investigación “La sobremortalidad por cáncer en El Campo de Gibraltar. Mirar al pasado para explicar el presente” del que fue investigador principal Antonio Escolar.
Ahora, además, la noticia es que estas publicaciones ya están accesibles en formato PDF en internet. Para ello puede conectarse a través de ISUUU o MINUS.
En el primer caso (ISSUU) se pueden leer los libros en linea y/o descargarlos (para esta opción requiere registro).
En el segundo (MINUS) las opciones son abrir los ficheros (.pdf) o descargarlos (ahi no requiere registro).
Los enlaces  son:
Issuu
  El medio social, la piedra clave
  Camino de Gibraltar
Minus
  El medio social, la piedra clave
  Camino de Gibraltar






sábado, 17 de marzo de 2012

En solo una generación (baronesas y desigualdad)

Siguiendo la estela de Rafa Cofiño (ver "El HOLA! lo vuelve a hacer"), hemos elegido documentarnos seriamente por una vez. Y, aunque fruto de la casualidad (en este caso serendipia), debido a un "oído por ahí", hemos conseguido el documento gráfico y sonoro, donde se atribuye a Carmen Cervera, baronesa Thyssen, la frase "Mi hijo no ha sabido hacerse un círculo de su mismo nivel" (ver en el programa de TVE1 Corazón del 16 de marzo de 2012, minuto 22:57).

¡Ajá!. He aquí la prueba fehaciente de lo acertado del planteamiento de la Comisión sobre los Determinantes Sociales de Salud de la Organización Mundial de la Salud (OMS), presidida por Michael Marmot, cuando titularon su informe "Subsanar las desigualdades en una generación".
La rama española de los Thyssen ha conseguido, en solo una generación, disminuir la brecha de la desigualdad, admitiendo en su círculo a los que no son de su mismo nivel. Claro que, a lo peor, no es fruto del mérito, ya que la baronesa declaró en Interviú que su hijo sabía ser rico cuando ella lo educó.
La Comisión de la OMS nos decía que "alcanzar la equidad sanitaria en el lapso de una generación es posible; es lo que hay que hacer y éste es el momento adecuado para hacerlo".

Estamos en el buen camino...

Siguiendo al maestro @rcofinof, no dejamos sin citar su publicación de cabecera



miércoles, 14 de marzo de 2012

El bicentenario, "La Pepa" y las Desigualdades

El próximo lunes se celebra el bicentenario de la promulgación en Cádiz de la Constitución Española de 1812, conocida popularmente como "La Pepa" (por el día en que se promulgó: 19 de marzo, San José). Fue la primera constitución liberal de este país (cuando "liberal" tenía un significado muy distinto al que tiene ahora).
Y en Cádiz también, este año, el próximo 26 de mayo de 2012, siguiendo esa tradición "liberal", tendrá lugar la XII Jornada sobre Desigualdades Sociales y Salud. El lema de la Jornada es "Recortes, copagos, gestión  privada, ..., a la caza del SNS". El programa de esta Jornada puede ser consultado aquí.
Una persona muy importante en la organización de esta jornada es Antonio Escolar, Jefe de Sección de Epidemiología del Hospital Puerta del Mar de Cádiz que ha destacado recientemente por la publicación del libro "Sobremortalidad por cáncer en el Campo de Gibraltar. El medio social, la piedra clave", del que se ha realizado un magnifico comentario por parte de Javier Segura en su blog "Salud Pública y algo más". En una posterior entrada trataremos de comentar más en detalle los resultados de este libro.
Como en otras ocasiones, los organizadores de las Jornadas sobre Desigualdades Sociales y Salud (la Asociación para la Defensa de la Sanidad Pública de Andalucía) cuentan con la colaboración de la Sociedad Española de Epidemiología y la Universidad de Cádiz.
El tema elegido en esta ocasión para la Jornada se justifica en que "Corren tiempos dificiles para la sanidad pública. Las medidas de "reforma" que el Gobierno del Estado y algunas CCAA están imponiendo van a incrementar las desigualdades sociales en salud de forma inmediata y a más largo plazo. La Jornada es una oportunidad para conocer, aprender, encontrarnos, darnos animos, y establecer iniciativas de investigación y de movilización".


 

sábado, 10 de marzo de 2012

Reflexiones de un epidemiólogo de playa

El Dictionary of Epidemiology (5ª edición) define "epidemiología de campo" como aquella que se dedica a la investigación de epidemias y brotes, siendo una herramienta para implementar medidas para proteger o mejorar la salud de la población. Y añade que aquellas personas que se dedican a la epidemiología de campo tienen que tratar con problemas inesperados, y a veces urgentes que requieren solución inmediata. 
Como mi campo de actividad no encaja exactamente en esta definición, supongo que en vez de ser un epidemiólogo de campo debo serlo "de playa". Esta condición me permite efectuar una pequeña reflexión acerca de cómo ha cambiado la actividad desde los cada vez más lejanos tiempos en que yo comenzé a dedicarme a esto de la epidemiología, alla por la mitad de la década de los años ochenta (incluso era otro siglo).
En aquella época todo se hacía a mano. Y cuando digo todo, es TODO: conteos, tablas, gráficas. A lo sumo una calculadora electrónica te ayudaba un poco. Es cierto que existían ya los ordenadores, pero estos estaban ubicados en centros de cálculo, operados por técnicos informáticos, y a los que se accedía con una cierta dificultad (hasta para imprimir, a veces, había que coger el coche). Con posterioridad empezaron a aparecer los primeros ordenadores personales, y con ellos los programas que permitieron el tratamiento de datos en la propia oficina. Muchos de los dedicados a la epidemiología aprendieron, a menudo de manera autodidacta, a manejar aquellos programas que, poco a poco, se hicieron más resolutivos y amigables.
Hasta que llegó EpiInfo. Este programa significó la emancipación. Por fin se podía no sólo tratar datos en la oficina, sino construir, con una orientación epidemiológica, tus propias bases de datos, formularios y ejecutar análisis relativamente complejos para personas a las que a veces el software estadístico quedaba algo alejado. Incluso, sin tener conocimientos de informática, se podían construir aplicaciones relativamente complejas (bendito EpiGlue) que integraban funcionalidades diversas. Pero (siempre hay un pero), se impuso el sistema operativo Windows y EpiInfo no evolucionó lo suficientemente rápido a partir de la versión 6 (que había sido lanzada en 1996) y cuando llegó el EpiInfo2000, versión ya operativa en Windows, era demasiado tarde.
En ese momento además, en nuestro país, se estaban imponiendo las soluciones corporativas. Y aplicaciones costosas, y aún más complejas,  fueron viendo la luz. Aplicaciones que fueron integrándose con otras del ámbito de la asistencia sanitaria, permitiendo una gestión de datos como nunca la habíamos visto. Pero eso fue al precio de la pérdida de aquella facilidad de uso (y del "autodidactismo"), de aquella autonomía en el análisis, de aquella disponibilidad de la información. Ahora son necesarias soluciones de Business Inteligence para disponer del análisis de esa información que puedes intuir en la pantalla, pero que no acabas de ver reflejada como te gustaría.
Ahora se pone a disposición EpiInfo versión 7, después de algunos otros intentos fallidos (EpiInfo2000, EpiData).
Hace falta algo que devuelva la autonomía al análisis de datos en epidemiología, que no sea muy costoso (mejor de acceso libre), que funcione en los entornos actuales, y que esté al alcance de la formación que se puede adquirir y que se puede ofrecer.
¿Tendrá éxito el EpiInfo v.7.?.
Soñar no cuesta nada. No olvidemos que "debajo de los adoquines está la playa" (Mayo del 68 dixit).





miércoles, 7 de marzo de 2012

Tu también puedes vivir sin él

Según publicó la prensa hace unos días, la mortalidad por cáncer de pulmón en mujeres podria superar en España a la de cáncer de mama dentro de unos años. En otros países, como en los Estados Unidos, esto ya ha sucedido.
En España las estadísticas oficiales de mortalidad, muestran, según datos de 2009, que el número de defunciones por cáncer de pulmón es la mitad que por cáncer de mama (ese año se registraron 3129 defunciones por neoplasias de pulmón frente a 6129 de mama). Pero la tendencia temporal de la mortalidad en mujeres, en el caso del tumor maligno de traquea, bronquios y pulmón, asusta sólo con verla, algo que puede hacerse consultando en el servidor de información epidemiológica sobre cáncer, Ariadna, gestionado por el Centro Nacional de Epidemiología.
Ello significa que, en el caso de las mujeres españolas, se está reproduciendo lo sucedido en otros países, y que, como ya se ha publicado, ha tenido su reflejo en nuestro país allí donde se han asentado comunidades procedentes de determinados países europeos.
La prevalencia de tabaquismo en mujeres en España se ha ido incrementando en los últimos años hasta el punto de que en el grupo de edad de 16 a 24 años se ha igualado a la de los hombres, según han publicado E. Regidor, JL. Gutíerrez-Fisac, MS. Ichaso y E. Fernández en Annals of Oncology .
El Día Internacional de la Mujer es un buen momento para recordar (y reivindicar) los logros en la emancipación de la mujer. Estaría bien que uno de ellos fuera el control del tabaquismo femenino. Y para ello es necesario que, también en este día, reflexionemos sobre las causas que lo originan, especialmente en las edades más jóvenes.
También es un buen día para recomendaros que visitéis el blog "Mi vida sin ti": "puedes vivir sin tabaco y el tabaco podrá vivir sin ti".


Imagen creada por FORMA www.forma-dg.com colaborando con la iniciativa Mi vida sin ti

sábado, 3 de marzo de 2012

¿Un ambiente desigual?

La revista The Lancet se hacía eco, hace muy poco, de la dimensión medioambiental de los determinantes sociales de la salud. Se refería al informe publicado recientemente por la Organización Mundial de la Salud (OMS) titulado "Environmental health inequalities in Europe. Assessment report", en el que se presenta la situación para el continente europeo de las desigualdades de salud ambientales.
El repaso que se presenta en el informe de la OMS abarca desde indicadores de la vivienda y sus condiciones, a otros referidos a lesiones y envenenamientos, y los propiamente medioambientales (ruido, acceso a zonas de esparcimiento,...).
En este interesante informe de la OMS, se subraya que las desigualdades sociodemográficas en la exposición a los riesgos ambientales existen en todos los sitios y no son nuevas. Estas desigualdades pueden estar relacionadas con factores como los ingresos económicos, el nivel educativo, el empleo, la edad, el género, la raza/etnicidad y localizaciones específicas. Muchas de las diferencias que se observan, particularmente cuando están ligadas a variables sociales o género, son además inequidades de salud, dado que son injustas, injustificadas y evitables.
En las conclusiones se destaca que es necesario seguir fortaleciendo la evidencia de las desigualdades de salud ambientales, dada la debilidad de alguno de los indicadores disponibles, y que una de las líneas de acción es reforzar la monitorización de estas desigualdades. También se aportan ejemplos de acciones a efectuar, estratificadas por grupos de países, en los que la opulenta (en algunos casos) Europa, debe centrarse para disminuir estas desigualdades: hacinamiento en la vivienda, incapacidad para mantener una temperatura adecuada en verano en los hogares, etc...
Pese a sus limitaciones, estos indicadores muestran que es posible disponer de información para la acción y permiten la actuación en los grupos poblacionales más vulnerables, lo que contribuiría, al menos, a disminuir la brecha de la desigualdad. ¿Será posible en una generación como proponía la Comisión sobre Determinantes de Salud de la OMS?.












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