sábado, 24 de noviembre de 2012

A perro flaco....

La crisis se ha cebado con Grecia: preocupa la situación de su sistema sanitario y los efectos sobre la salud que tiene la situación económica  están empezando a ser visibles: ya hemos hablado aquí de los suicidios, de los casos de VIH en usuarios de drogas. Y ahora, ¿qué más puede pasar en Grecia?.
 
Pues esta misma semana se ha publicado en Eurosurveillance un informe de la situación de la malaria en Grecia entre 1975 y 2010 ("Malaria in Greece, 1975 to 2010"). La publicación de este informe se fundamenta en los 27 casos autóctonos, sin historia de viaje previo a zonas endémicas, detectados en Evrotas (Lakonia) en el año 2011. La existencia de estos casos ya fue objeto de publicación en Eurosurveillance el año pasado. Grecia había sido declarada oficialmente libre de malaria en 1974, pero en ciertas zonas del país persiste la presencia de mosquitos Anopheles (vectores del Plasmodium), por lo que la transmisión es posible.
 
No es el único país europeo donde esto sucede. En España se notificó en 2010 un caso autóctono, sin ningún antecedente conocido de viaje (también fue publicado en Eurosurveillance). Y también aquí se ha detectado la presencia de Anopheles atroparvus en diferentes partes del país. Pero hay que recordar que este caso en España ha sido, hasta ahora, único y no ha dado lugar a otras detecciones relacionadas.
 
En principio, no se puede relacionar la situación económica o la del sistema sanitario griego con estos casos, y los autores del informe no lo hacen. Pero, tal vez, no deberíamos olvidar las palabras acerca del cólera pronunciadas hace ya muchos años (en 1978) por Milton Terris (y publicadas en Public Health Reports en 1979):
 
"Es bien conocido que las causas del cólera en la India se remontan a varios siglos de su historia: la invasión británica y la destrucción de una industria textil que un día fue floreciente, la persistencia de sistemas arcaicos de propiedad de la tierra, de métodos de labranza, del sistema de castas, de la increible poblreza, hambre y hacinamiento que padece la población; la consecuente incapacidad para financiar eld esarrollo de suministros de agua potable y drenaje y por último, casi incidentalmente, la presencia del vibrión del colera.
 

La presencia del mosquito, y del Plasmodium, son causa necesaria, pero no suficiente. Para que la situación se modifique: ¿qué más está sucediendo?, ¿qué es lo que ha cambiado?.


 

 



 


 




 

 
 
 
 
 

1 comentario:

  1. Otro referente interesante es Portugal donde al igual que en Grecia, Portugal o España persiste el Anopheles atroparvus con capacidad transmisora del plasmodium.
    Con la independencia de sus colonias africanas, emograron a la metrópli decenas de miles de personas portadoras del plasmodium; no hubo ni un sólo caso de paludismo reintrodicido. Para que esto ocurra parece que debe de haber un cambio en el ecosistema del mosquito que implique un aumento de su esperanza de vida junto a un número de personas en unas condiciones de salud deficiente cuando fuesen picadas. El colapso de la URSS y su imnpacto en la salud y la propia historia del paludismo en España (su mortalidad del año 1940 se equiparó a la de aproximadamente 1920) nos dicen que circunstancias excepcionales producen efectos dificilmente imaginables (aunque la naturaleza nos ayude como fué el caso de Portugal)

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