¿Quieres acabar con la humanidad?. Vaya, dicho así suena fatal ¿no?.
Pero esa es la propuesta que nos hacen desde Plague Inc., un juego para dispositivos móviles (iPad, iPhone, Android) que ya tiene más de 13 millones de jugadores. Esta es su presentación:
"Mezcla única de alta estrategia y terrible simulación realista. ¿Puedes infectar el mundo?. Tu patógeno acaba de infectar al "paciente cero". Ahora debes tratar de acabar con la historia de la humanidad evolucionando en una plaga mortal y global adaptándote para luchar contra todo lo que los humanos pueden hacer para defenderse".
Santiago Rocangliolo ha escrito recientemente un artículo ("La Plaga") sobre este juego y añade una reflexión interesante:
"Pero pasado tu momento degenerado, habrás aprendido algunos consejos útiles. Porque, a menos que seas un psicópata, Plague Inc. es un juego de estrategia apasionante. Su único gráfico, un mapa del mundo con conexiones aéreas y navales, es un retrato de las rutas comerciales globales. El goteo de titulares enseña cómo la prensa marca la agenda. Y los gobiernos deben tomar decisiones morales complicadas".
Aún conociendo poco el juego, parece interesante plantearlo como instrumento para reforzar la enseñanza de aquellos que tienen que enfrentarse a luchar contra las epidemias y su contexto, a menudo más peligroso que la propia epidemia. ¿Es necesario recordar la película "Contagio" (por no hablar de la triste realidad de la "Pandemia")?.
En esta plaza sí se permite jugar (instruir deleitando).
(Nota sobre conflicto de intereses: el autor de estas líneas no tiene ninguna relación con la compañía Ndemic Creations, creadora y distribuidora del juego).
Me he leído lo escrito por Rocangiolo.¡Da que pensar!
ResponderEliminarTres cosas:
Primero, el jugador se pone en el lugar del micro-organismo, compitiendo contra la humanidad. ¡Eso es ponerse en la piel, o en este caso, en la membrana del otro!
¡Deberíamos hacerlo más! No como psicópatas, claro, sino para luego volver a nuestro bando pero con una visión más clara de las cosas.
Como cuando nos damos cuenta de que los virus respiratorios seguramente se frotan sus inexistentes manos al aterrizar en un carnaval. ¡No es por maldad, sino porque hacemos cosas que vienen bien a su multiplicación!
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Habla también de que el juego pone reglas "para que el micro-organismo pueda ganar alguna vez", como si no pudiera hacerlo sin trampas.
Ahí, no sé qué decirte. Me temo que, en la vida real, si podría. O, al menos, no soy capaz de descartar que alguna de las muchísimas extinciones que ha habido (no de nuestra especie, hasta ahora) haya sido por un micro-organismo.
Claro que, si tengo razón, entonces tendrá que venir otra especie a leer esto, y yo no podré decirte "te lo dije".
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Por último, habría que pensar en qué variaciones introducir en el juego para hacerlo aún más potente como entretenimiento y auto-educación.
Por ejemplo, habría que poder cambiar de bando. O incluso - ¡espera, ya lo tengo! - hacerlo multibanda.
Ya sabes: humanos en distintos grupos, que pelean contra los gérmenes y entre ellos. Y gérmenes, que también pelean entre ellos. Y muchas veces con cooperación.
Acabo de reinventar Matrix.