En algún país del mundo, la Ministra de Sanidad no debería ocuparse excesivamente de cómo se atraen inversiones que puedan crear empleo. Bueno, tal vez sí, pero sólo desde la óptica de "salud en todas las políticas" dado que el empleo es un importante determinante de salud.
Pero, por desgracia, no es desde esa mirada que la ministra española de Sanidad, Ana Mato, dice, con relación a Eurovegas y a la pretensión de cambiar la normativa sobre tabaco, eso de "se están buscando fórmulas para hacer compatible la protección de la salud y la creación de puestos de trabajo".
Aunque el Jefe del Estado de este país esté "pasando por el taller", como él mismo dice, eso no significa que el país entero esté en el desguace. Y por ello, no puede permitirse esta suerte de "democracia participativa a medida" de Mr. Adelson: él pide que se cambie la ley ("requiere "garantías" de que habrá un "marco legal" que permita desarrollarlo en condiciones que "no cambien con el tiempo") y ahí está el gobierno dispuesto a permitirlo. Como se publica en la revista de humor "El Jueves", esto se puede traducir como: "“A ver, guarrilla, ¿conoces esto de que el cliente siempre tiene la razón? Pues o te humillas y haces realidad mis más sucias fantasías, o le doy mi pasta a otra”. Esta misma frase podría escucharse tanto en un prostíbulo como en las negociaciones de Sheldon Adelson para instalar Eurovegas en España". Por lo que se ve, las revistas humorísticas se acercan mucho más a la realidad que la prensa "seria".
El asunto del tabaco afecta a la salud, sin duda, pero también le afecta que los puestos de trabajo que parece que se crearán ni serían tantos ni de la calidad apropiada (el blog de Santi Demajo publicaba una elaborada entrada al respecto en febrero pasado) y, aunque es cierto que algunos preferirán el trabajo precario al paro, tampoco deberían dejarse deslumbrar por promesas que tal vez no se cumplan. Entre ellas, por ejemplo, la inversión segura que se vende ("Adelson admite a inversores en Londres que no tiene el dinero para Eurovegas").
Sólo cabría recordar otras ofertas de creación de empleo multimillonarias que hemos vivido en el pasado y en lo que han quedado convertidas a posteriori. Por ejemplo: la carrera de Fórmula 1 en Valencia ¿por dónde anda ahora? ¿cuántos puestos de trabajo se crearon? ¿cuántos beneficios dejó a la ciudadanía? Recordemos esto ahora y en el futuro.
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